Claro, tanto caminar, tanto caminar, me dió mucha hambre. Acá estoy cuchara en mano, feliz con Martita después de comer mi papilla
Y a la tardecita Marta se animó a llevarme en el mei-tai...que divertidoooo!!!
Hay muchos tipos de familias, chiquitas, grandes, con un solo papá, con cinco abuelitos y hay otras como la mía, en la que algunos vivimos con un océano de por medio, pero cuando uno quiere, usando la imaginación se pueden construir puentes de 10.000 km que alegran al corazón ¿no les parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario