Entre los chicles de menta (los que le gustan a la abuela Carmen) y las pilas de marca blanca, la vi surgir montada en su carro, pero antes de que la cajera pasara el azúcar por el escaner, ella desapareció....que fugaz es el amor...
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario